Hay muchas razones por lo que lo hecho en casa es mejor y más si podemos hacer leches vegetales cero residuos y además sin el sufrimiento de ningún animal.
Como te contamos en lo que dejamos de comprar, por cada litro de leche producido una vaca necesita beber al menos tres litros de agua. Para vacas de alto rendimiento esto es 150 litros de agua cada día. Si se reduce la cantidad de agua, se reduce la cantidad de leche que una vaca produce.
Por muchas razones no compramos en los supermercados, pero hablando específicamente las leches vegetales comerciales…
Aunque la leche de almendras es la más popular, se puede hacer leche de lo que sea y para todos los bolsillos.
Mi favorita es la de avellanas con cacao y dátiles, pero la que suelo consumir es la de avena, ya que la dermatóloga me tiene a raya con las grasas.
Países asiáticos tienen los niveles más bajos de osteoporosis por su baja ingesta de leche animal, ellos son más de leche de soya y té… hasta que llego Starbucks con su café y su leche.
En cambio Estados Unidos es el país con el índice más alto de gente con osteoporosis, son también de los mayores consumidores de lácteos en todas sus presentaciones, queso, crema, yogurth.
Como todo la nutrición es un conjunto y trabajo en equipo, puede que consumamos kilos de calcio pero si añadimos minerales como el magnesio a la dieta o no tomamos suficiente sol directamente sin bloqueador al menos unos 15-20 minutos por día no habrá absorción del calcio.
De hecho es muy común tener osteoporosis con exceso de calcio, por esa falta de absorción.
A su vez el mantenernos activos con deporte y ejercicios de pesas mantendrán los músculos y huesos fuertes. Todo por servir acaba y acaba por no servir, más vale no oxidarse.
Así como la leche animal sabe distinto a la leche vegetal, la leche vegetal comercial sabe distinto a la casera, siempre hecho en casa con amor es mejor.
Receta de leche vegetal
Para prepararla se necesita
Ingredientes
Añadidos
Proceso
“a mi manera”
Nunca fui de tomar leche, de hecho la deje desde los 8 años y viviendo sin refrigerador la mayor parte del año no es opción para mi estar haciendo estas leches.
300 ml de agua, tres plátanos, dos manojos de espinaca, canela, cacao, espirulina o chlorela, chía, semillas de calabaza, lúcuma y 6 cucharadas de avena o lo equivalente a cada semilla o cereal, llamémosla “leche en polvo”. Todo licuado y a beber.
Puedes hacer “harinas” con las almendras, las macadamias, las avellanas, los anacardos, así lo tienes siempre listo sin necesidad de dejar remojando.
Con los plátanos es tan dulce que le gusta a cualquier niño y el subidón de energía que nos da se agradece.
Te cuento esto porque también es bueno comer la fibra y no solo la leche y en lo personal me funciona más agregarlo a un licuado.
Aunque si lo tuyo es la leche…
Este queso lo uso en ensaladas, chilaquiles, pasta, en pan con una mermelada cómo de guayaba o jamaica está buenísimo.
Con las manos o con espátula se hace una pastita y se mete en un contenedor para compactarlo y darle forma.
Bolitas de cacao:
Lo licuas todo y haces las bolitas.
Aquí no se desperdicia nada.
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