Pues a nosotros nos pasa con la comida y en especial la que no se puede comprar a granel. Así también nos ahorramos la maestría en lectura de etiquetas.
Ya hemos visto cuánto recursos se derrochan para producir leche, así que manos a la obra con las leches vegetales. Hay opciones sin fin: cáñamo, almendra, nuez de la india/anarcados, macadamia, alpiste y nuestra favorita la de avellana, que también la puedes hacer con cacao y dátiles.
O hacer yogurt casero de coco es lo más delicioso si le pones fruta.
Si eres como Álvaro que no puedes vivir sin mayonesa cuando el aguacate está por las nubes y las mayonesas veganas comerciales tienen más azúcar que otra cosa, prepárala en casa, o pesto, alioli, salsa de tomate, etc.
Con esto damos por terminado el mes de enero. Esperamos que ya hayas despedido a tu supermercado.
[1] Huella hídrica de vacas lecheras
Economía Circular Comunicación y Asesoría